María* es una participante del programa de empleo para el que trabajo. Ha hecho todo lo que le íbamos diciendo que tenía que hacer. Ha participado en acciones formativas, se ha inscrito en ofertas de empleo, ha hecho autocandidatura, y hasta se ha abierto un perfil en LinkedIn y ha empezado a mover su red de contactos. Después de unos buenos cuantos meses de búsqueda, por fin ha conseguido encontrar empleo. Y yo me alegro un montón y me emociono, porque además es una persona con familia a sus espaldas, con la necesidad de tener ingresos, pero también con inquietudes profesionales, con ganas de crecer personal y laboralmente. El trabajo que ha encontrado no tiene que ver directamente con el sector en el que ella es profesional (tiene 6 años de experiencia), pero aún así es una oportunidad de ponerse en marcha otra vez después de mucho tiempo sin una actividad remunerada (parada parada no ha estado nunca) y tiene la intención de seguir buscando algo “de lo suyo”, pero ahora con la tranquilidad que da tener las espaldas cubiertas por un sueldo. Sigue leyendo
¿Y si con encontrar trabajo no es suficiente?
2